En el programa #49 conseguimos entrevistar a Gilbertástico, sin lugar a dudas una de las apuestas con más talento para este 2011 que acaba de arrancar. Generoso en ideas y en actividad, reparte colaboraciones a diestro y siniestro, ya en el estudio, ya encima de todo tipo de escenarios. Estamos ante una especie de mago capaz de dar brillo y color allí donde participa. Alguien entusiasmado en su primer proyecto de larga duración, y conceptual por más señas, que acaba de ver la luz, y cuya mezcla definitiva sonó como primicia mundial en Desconexión. Alguien que convence porque atesora una gran convicción en lo que hace. Su presencia y sus canciones transmiten torrentes de energía. No existe la pose, existe la pura acción: tocar sin parar, grabar, componer o pinchar sus discos predilectos en un garito. Las palabras, los argumentos, las historias, fluyen con libertad, también con ironía. Una ironía que se torna agridulce mucho antes de resultar pegajosa y, al igual que en las películas de Chaplin, nos devuelve de súbito a la realidad más ineludible. Pero, ¿qué mejor, ya que es ineludible, que llevarla con cierta sorna? Gilbertástico ha invertido una considerable cantidad de tiempo en canalizar su experiencia hasta dar forma a esa agrupación de reflexiones oníricas, pues, aunque no sabemos si duerme, sus canciones tienen algo de ensoñación. El disco se llama "Versalles", y lo que contiene bien puede decirse que está a la altura del nombre.
