miércoles, 30 de marzo de 2011

Dwomo en Desconexión


En el programa #53 entrevistamos a Antonio Iglesias, componente de Dwomo junto a Jorge Loran. Una mini-gira por locales de Valencia, otra que les lleva a tocar en varias ciudades de Portugal, son parte de la incesante actividad de este dúo, devotos de Aviador DRO, de Devo y del CasioTone a partes iguales, cuya personalidad y dadaísmo alcanza a todos los aspectos de su sonido e imagen. Una versión de Bob Marley en japonés — aprobada en riguroso cónclave por la mismísima Rita Marley — y una de Iron Maiden en francés, son dos buenas razones, como las dos columnas de Hércules, para dejar claro que no se puede ir más allá. De vuelta, nos encontramos con un grupo que no pierde el tiempo en presumir, que reconduce toda su energía hacia la práctica de ese modus vivendi del que se halla inmerso en un proyecto en el que cree a pies juntillas. A veces la ironía se hace tan sutil que parece británica; otras, explota en carcajada y su onda expansiva descompone todo cuanto de inconsistente hay a su alcance. Canciones de juguete que dejan en evidencia la seriedad que nos rodea. Sí, de juguete, pero de aquel simple juguete que tanto nos gustaba de niños, que tan buenos ratos nos hizo pasar.

domingo, 6 de marzo de 2011

Werner Herzog en Desconexión


En el programa #52 nos acercamos a la filmografía del sin par realizador alemán Werner Herzog. Polémico, obsesivo, loco o apasionado, lo cierto es que ha conseguido grabar su nombre en la historia del cine, labrando su carrera como se labraba antes: hundiendo el arado romano para despertar y roturar las entrañas del terreno. Un terreno que a veces resulta muy duro, o muy árido, o simplemente inabarcable, como la selva del Amazonas, donde tanto un hombre como cincuenta son meros títeres de la voluntad de la Naturaleza. No puede pasarse por alto la relación que mantuvo con el actor Klaus Kinski, un maldito al que ser autodidacta no le impidió absorber hasta el tuétano la esencia de la interpretación que distingue a la escuela alemana. El grupo de krautrock Popol Vuh, que compuso e interpretó diversas bandas sonoras para películas de Herzog, nos sirvió para suplir las imágenes, para ilustrar, sin duda con más acierto que las palabras, ese sereno empaque de sus mejores obras. Mil palabras no bastan para medio formar una imagen borrosa. Herzog nos deja sin palabras.