En el programa #50, y nótese que cumplimos medio centenar de programas (¡!), tuvimos la ocasión de entrevistar a J, miembro y guitarrista de Minerva Mayo. Su charla fue tan intensa como su música. Minerva en su progresiva desnudez o adornada con riffs de hard-rock. Guitarras que emiten frases limpias, claras y simples, o se utilizan temporalmente como abrasivo, alcanzando por momentos el colapso sónico a la manera de unos Sonic Youth. Ritmos muy elaborados, métricas inusuales. Inflexiones de voz difíciles que realmente interpretan las palabras, letras torturadas que transitan por el límite de lo irreal, pese a ser muy reales. Buen manejo de las intensidades sonoras. A veces la voz se integra al igual que si fuera otro instrumento, un recurso usado por bandas de post-rock. Hasta incursiones en el flamenco, en el jazz, pero de fondo suena siempre la convicción de estar haciendo algo en lo que no puedes fallar. Algo en lo que nadie te puede igualar, menos superar: en tocar tal y como eres. Por lo que a argucias creativas se refiere, Minerva Mayo deja el listón bien alto, donde debe estar. Producir sonidos está al alcance de cualquiera que pueda conseguir un micrófono, una guitarra eléctrica. El quid de la cuestión es cómo utilizarlos. Lo difícil, y de esto Minerva Mayo sabe algo, es disponer las cosas de forma personal, diferente. Su escucha atenta merece la pena. No te van a dejar igual. Desde aquí nos sumamos a todos aquellos que aguardan impacientes su primera grabación oficial. Cuidado, que amenazan con dar conciertos a diestro y siniestro. Minerva al encuentro de Fortuna, que según dicen, los prefiere audaces. Suerte y buen viento.
