
En el programa #71 entrevistamos al dúo Sokolov al completo, es decir, a Mireia Pérez y Assad Kassab. Desde la primera escucha me parecieron una apuesta muy rica en matices, casi siempre en torno a una dualidad: la ironía y la melancolía, la caricatura y el retrato íntimo, pero, por encima de todo, un concepto artístico amplio, libre, sin pretensiones, pero con clase. Transmiten con fidelidad un legado que arranca en los años ochenta, pero no como penitentes, ni como acólitos, ni como fans, sino como simples espejos. Sokolov son un reflejo de lo bueno de la vida, y una grata compañía allí donde solo cabe mirar hacia nuestro interior para transformar el mundo. Abarcan desde lo bailable hasta las baladas, de lo prosaico a lo poético. Tienen algo agradable que no sabría definir; ellos tampoco, hasta se sorprenden de tenerlo. Pero, ¿para qué definirlo cuando basta con disfrutarlo? Crean imágenes sorprendentes, atrapan con historias que no tienen desperdicio y denotan una clara conciencia de lo que es un escenario. Ese espacio mítico en el que todo puede suceder… si le damos una oportunidad. Yo que ustedes no me los perdería.

